A la hora de mencionar aquello que explota, a menudo se emplean términos como explosión, deflagración y detonación de forma indistinta como sinónimos. Con el objetivo de ayudar a despejar dudas, en este blog se analizan las definiciones técnicas de explosiones, deflagraciones y detonaciones, así como el momento apropiado para utilizar cada término.
Deflagración:
- Más lenta que la velocidad del sonido
- En general se produce en recintos cerrados
- Incluye materiales de baja explosividad
Detonación:
- Más rápida que la velocidad del sonido
- En general no se produce en recintos cerrados
- Incluye materiales de alta explosividad
- Produce un estruendo más fuerte
Explosión El término explosión se refiere a una liberación repentina y rápida de energía que produce presiones potencialmente perjudiciales.
Cuando un combustible gaseoso llena un ambiente, necesita mezclarse hasta una cierta concentración de aire‑combustible para generar una atmósfera explosiva. Cuando se introduce una fuente de ignición en esa atmósfera explosiva, se crea una llama que se desplaza desde el punto de ignición y se expande a los gases quemados detrás del frente de llamas. Cuando se produce una explosión en un recinto cerrado, se crea una restricción de los gases en expansión, lo que a su vez provoca un aumento de la presión dentro del recinto. Cuando ese recinto se rompe, se produce lo que la mayoría de las personas entiende cuando escucha el término explosión. Sin embargo, las explosiones no siempre se producen en recintos cerrados. La velocidad de la llama en las explosiones puede ser lo suficientemente rápida como para producir ondas de compresión y provocar daños con poco o ningún tipo de contención.
En este sentido, el potencial de daño de una explosión depende de la presión que se genera a partir de la explosión, así como de la rapidez con la que se libera energía en esa explosión. En función de la velocidad de llama, las explosiones pueden ser detonaciones o deflagraciones.
Explosión Se refiere a una liberación repentina y rápida de energía que produce presiones potencialmente perjudiciales. Las deflagraciones y las detonaciones constituyen dos tipos de explosiones.
Deflagración El término deflagración se refiere a toda explosión en la que la velocidad de la llama es inferior a la velocidad del sonido, que es aproximadamente igual a 335 m/s (750 mph).
Los explosivos que producen deflagraciones se conocen como materiales de baja explosividad. La velocidad real de la explosión puede variar entre 1 y 350 m/s (2 y 780 mph). Las presiones máximas que producen los materiales de baja explosividad se sitúan en una magnitud más baja que la producida por los materiales de alta explosividad. Por otra parte, el daño que pueden ocasionar los materiales de baja explosividad varía ampliamente en función del combustible y el recinto. Para ilustrar esta situación, si se enciende pólvora negra fuera de un recinto de contención, solo chisporrotea, pero cuando se encuentra dentro de una contención cerrada, genera una explosión que puede propulsar balas.
Deflagración Se refiere a una explosión en la que el frente de llamas se desplaza a través de la mezcla aire‑combustible a una velocidad más lenta que la del sonido.
Además del ejemplo de la pólvora negra que acabamos de ofrecer, la ignición de gas propano en una parrilla para cocinar o el encendido de combustible en un motor de combustión de un automóvil constituyen otros ejemplos de deflagraciones que involucran materiales de baja explosividad.
Detonación
El término detonación se refiere a toda explosión en la que la velocidad de la llama es mayor que la velocidad del sonido.
Las detonaciones son más fuertes y, por lo general, el daño es más destructivo que el que producen las deflagraciones. Si bien en el caso de las deflagraciones se requiere la mezcla de un combustible y un oxidante (en general, aire), en las detonaciones no siempre se necesita un oxidante externo. Los explosivos que detonan se denominan materiales de alta explosividad y registran una velocidad de detonación que oscila en el rango de 2000 a 8200 m/s (4500 a 18 000 mph). En términos generales, los materiales de alta explosividad se diseñan para causar destrucción, a menudo para la demolición, la minería o la guerra.
Detonación Se refiere a una explosión en la que el frente de llamas se desplaza a través de la mezcla aire‑combustible a una velocidad más rápida que la del sonido.
Entre algunos ejemplos de materiales de alta explosividad que detonan, podríamos mencionar la dinamita, el trinitrotolueno (TNT) y el C‑4, un explosivo a base de plástico.
Conoce Más
Con suerte, este blog ayudó a esclarecer el significado de estos términos de uso frecuente que se escuchan cuando se habla de tipos de explosiones. Si desea obtener más información relacionada con las explosiones, consulte la 21ª edición del Manual de Protección contra Incendios de NFPA. En este Manual, se incluyen varios capítulos sobre el tema, incluido el capítulo 2-8, «Explosiones», el capítulo 6-16, «Explosivos y agentes de voladura», el capítulo 17-8, «Prevención y protección contra explosiones» y el capítulo 18-6, «Ventilación de deflagración».
Los siguientes códigos y normas también se encuentran relacionados con las explosiones:
Norma NFPA 495, Código de Materiales Explosivos
Norma NFPA 69, Norma sobre Sistemas de Prevención de Explosiones
Norma NFPA 68, Norma sobre Protección contra Explosiones Mediante Ventilación por Deflagración
Si desea obtener más información acerca de un tipo específico de explosión, como una explosión de polvo, consulte el siguiente video de la serie Aprende Algo Nuevo del NFPA Journal® (en inglés).