El estudio realizado por la ONU es para prevenir y prepararse para un futuro donde el fuego será rutinario.
Un nuevo estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización ambiental noruega GRID-Arendal, indica que la crisis climática causada por la actividad humana provocará incendios forestales devastadores en los próximos años.
Cada año vemos incendios forestales en países como Perú, Brasil, Estados Unidos y Australia y ello se debe a un aumento de temperatura. Por ejemplo, también se verán incendios en destinos que pensamos que el fuego jamás llegaría como La Antártida. Asimismo, el estudio realizado por la ONU es para prevenir y prepararse para un futuro donde el fuego difícilmente controlable será rutinario.
La publicación indica que al ritmo actual, los incendios forestales aumentarán en 30 % para 2050 y en más de 50 % para finales del siglo. “La crisis mundial de incendios forestales” afectará a la salud de las personas, escasez de alimentos y la aceleración de la crisis climática.
El estudio indica que los incendios forestales tienen el potencial de dañar de manera irreversible la vida silvestre y empujar a especies animales y vegetales a la extinción. También, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el terrible incendio ocurrido en Australia en 2020 cobró la vida de 3,000 millones de animales.
Daños en el ecosistema y en la salud de las personas
“Al devastar ecosistemas sensibles y ricos en carbono como las turberas y las selvas tropicales, los incendios convierten los paisajes en polvorines y dificultan detener el aumento de las temperaturas (…) A través del aumento de la sequía, las altas temperaturas del aire, la baja humedad relativa, los rayos y los fuertes vientos, lo que da como resultado temporadas de incendios más cálidas, secas y prolongadas”, se lee en parte del informe.
Cuando ocurre un hecho de esta magnitud causa un daño grabe al ecosistema, pues no sólo emiten más gases de efecto invernadero, sino que también consumen ecosistemas considerados sumideros de carbono, que contribuyen en la absorción de hasta el 50 % del CO2 emitido a la atmósfera.
Por otro lado, en las personas genera un riesgo, ya que provoca problemas cardiovasculares, respiratorios y aumentar el riesgo de desórdenes neurológicos. “La exposición sostenida a las partículas del humo puede resultar fatal, especialmente para aquellos con función pulmonar deteriorada u otro problema de salud preexistente”, sostiene el informe.