Francia espera poder respirar en su lucha contra los incendios tras el fin de la ola de calor y la llegada de tormentas.
La llegada de la lluvia la noche del sábado al domingo dio algo de «respiro» en la lucha contra un vasto incendio que quemó ya 7 400 hectáreas en el suroeste de Francia.
La situación «mejoró considerablemente durante la noche» gracias a las precipitaciones, confirmó el teniente coronel Arnaud Mendousse, del servicio regional de bomberos de la Gironda.
«Esto nos da un respiro pero no significa el fin del combate. El terreno está extremadamente seco», añadió Mendousse.
Desde el lunes fueron evacuadas unas 3 000 personas.
Alrededor de 400 bomberos de Alemania, Rumanía, Polonia, Austria, Grecia e Italia viajaron a la zona para ayudar a sus colegas franceses.
Incendios en Francia
Hace un mes, dos gigantescos incendios calcinaron casi 21 000 hectáreas en esta zona al sur de Burdeos.
Según las mediciones satelitales del sistema europeo de información sobre incendios forestales (EFFIS), este año se han quemado en Francia más de 60 000 hectáreas.
Bajo una sequía histórica, la superficie quemada representa tres veces la media de los últimos diez años en Francia.
El país espera poder respirar en su lucha contra los incendios tras el fin de la ola de calor y la llegada de tormentas desde este domingo.
(Con información de AFP)