Los equipos de bomberos de Florida no dan abasto. Una reacción química está detrás de los casos.
Los equipos de bomberos de Florida, en Estados Unidos, ya no dan abasto. Todo por cuenta de que en las últimas horas se han presentado atípicos casos de carros incendiados.
Se trata de carros eléctricos que han comenzado a arder por sí solos. Según reportes locales, al menos una centena de este tipo de vehículos se incendiaron sin motivo aparente este lunes en distintas zonas del estado.
Las autoridades explican que, aunque no hay antecedentes de casos similares, todo apunta a que los carros eléctricos que empezaron a arder de manera intempestiva son los mismos que estuvieron sumergidos bajo el agua cuando el huracán Ian, en ese momento de categoría 4, azotó la costa de Florida con vientos sostenidos de 241 kilómetros por horas el pasado 28 de septiembre.
Se ha informado que la mezcla de electricidad y agua salada está provocando la corrosión de las baterías de los vehículos inundados, lo que da pie a un incendio.
Jimmy Patronis, director financiero y Jefe de Bomberos de Florida, confirmó que “hay miles de carros eléctricos inutilizados por el huracán Ian”. Y explicó que “conforme las baterías se corroen por efecto del agua salada, se echan a arder de manera espontánea. Los bomberos están aprendiendo sobre la marcha, no se han enfrentado nunca a algo así”.
Electric vehicles are catching on fire due to electrical system failure caused by saltwater storm surge from Hurricane Ian, catching homes on fire, endangering first responders and FL families. I'm calling on EV companies to partner with us to find solutions. We must take action. pic.twitter.com/L4TIuMZNzE
— Jimmy Patronis (@JimmyPatronis) October 11, 2022
Y la situación es complicada, pues Florida tiene cerca de 95.000 vehículos eléctricos registrados, según el Departamento de Energía de Estados Unidos. Es el segundo estado con más carros de este tipo. El único estado con más vehículos eléctricos es California, con 563.000.
Solo en la ciudad de Naples, en Florida, ha habido cuatro informes de incendios de Tesla desde el huracán Ian.
Para los bomberos, esta situación ha representado un reto, pues explican que apagar por completo un carro eléctrico es complicado y el proceso puede tardar horas y requiere de miles de litros de agua.
Patronis afirmó que “se necesita una capacitación especial para asegurar que los incendios queden realmente apagados” debido a que hay vehículos que incluso han vuelto a arder pasadas ciertas horas.
Patronis aseguró que se necesita mucha agua, y además espuma, para extinguir del todo uno de estos incendios.
Stephen Gollan, del Departamento de Bomberos de Fort Lauderdale, le dijo a NewsNation que las baterías de los Tesla, una de las marcas que desarrolla estos vehículos, están ubicadas debajo de la carrocería, por lo que cuando los vehículos quedaron cubiertos por agua salada durante una tormenta como la de Ian, única en este siglo, las baterías de iones de litio comenzaron a corroerse.
La energía almacenada en esas baterías, agregó, no se disipa con el tiempo, por lo que las baterías continúan almacenándola. “El hecho de que el vehículo esté sumergido no significa que la energía se descargue de ninguna manera. Cada vez que mezcla componentes eléctricos y agua salada es una receta para el desastre”, afirmó.
Ante esta situación, los bomberos les han pedido a los propietarios de carros eléctricos que hayan sufrido inundaciones que saquen sus vehículos de los garajes y los trasladen a zonas despobladas donde no supongan ningún riesgo si se incendian.
El paso de Ian por Florida fue devastador y provocó importantes inundaciones, daños materiales cuantiosos y al menos 119 muertes.