La estrategia de adiestrar a pequeños rumiantes para pastar en zonas determinadas busca eliminar de forma natural el exceso de vegetación que luego se seca y sirve de combustible para la propagación del fuego. A esto se suma un efecto de recuperación del suelo dañado a través del corraleo y el abono, un trabajo impulsado desde la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarios (Favet) de la Universidad de Chile como una forma alternativa de prevenir este tipo de fenómenos.
Una decena de incendios forestales activos por día ha reportado la Corporación Nacional Forestal (Conaf) las últimas semanas, mientras que la Onemi ha declarado alerta roja en varias comunas de la zona centro-sur del país. Estos siniestros ya han consumido más de 31 mil hectáreas en el último semestre, con su respectiva flora y fauna, y han significad personas damnificadas e incluso la pérdida de vidas humanas.
Este complejo escenario, lamentablemente, en verano siempre empeora. Los especialistas coinciden en que el esfuerzo debe estar en la prevención, siendo la primera recomendación cortar el pasto seco, la maleza y todo tipo de vegetación que es el combustible principal de las llamas. Más aún este año, en el que se reportó un aumento de las lluvias en la zona centro y sur del país. Este es el foco de una iniciativa de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile que busca la ayuda de ovejas y cabras para disminuir la vegetación combustible y reactivar los suelos degradados.
La aptitud de estos animales para hacer cortafuegos al pastar fue un accidente en el desarrollo de la tesis de la egresada de Medicina Veterinaria de la Casa de Bello, Gabriela Chávez. Cuando un incendio atacó el área del Campus Sur donde pastaban las ovejas, las llamas se detuvieron claramente en el área que había sido pastoreada. Así, la tesista decidió sumar esta arista a la investigación.
“Mi tesis se trata de regeneración de suelo con pequeños rumiantes, y el hallazgo que tuvimos fue haciendo unos corrales experimentales de prueba en el fondo de la Facultad, en un sitio que está erosionado y el pasto crece bastante. Un día empezó un incendio y resultó que el corral, que es un cuadrado, se salvó con un perímetro como de un metro. El fuego llegó hasta ese perímetro porque una de las ovejas había salido del corral y no se alejan del grupo, entonces se mantuvo dando vueltas alrededor y fue eso, el que se hubiera salido, que permitió que el fuego no nos agarrara, hizo un cortafuegos”, dice la tesista Gabriela Chávez, cuyo profesor guía es el Dr. Mario Maino, académico del Departamento de Fomento de la Producción Animal de Favet.
Juan José Toro Letelier, encargado de Vinculación con el Medio de Favet, explica que este proyecto parte de la necesidad de poder controlar la biomasa combustible, o sea, el pasto seco que creció en la temporada primavera y que ahora en el verano es un riesgo de incendio permanente. Es buscar una solución sustentable, barata, simple y que además sea armónica con su profesión, que es el cuidado de los animales.
“Acá en Mundo Granja, criamos ovejas y cabras. Estamos probando primeramente con las ovejas porque son más dóciles y están más acostumbradas al manejo animal. Y posteriormente vamos a empezar con las cabras. La idea es que pastoreen en el lugar donde nosotros necesitamos controlar la biomasa para que puedan comer y tumbar el pasto. Si nosotros no hiciéramos esto, el pasto estaría largo, parado, erguido y obviamente muy vulnerable a cualquier chispa o activación de fuego”, dice el médico veterinario.
“Además lo bostean, orinan y lo babean. Entonces, queda con una humedad que impide que pase el fuego o hace que pase de una manera menos brusca o violenta. Es un cortafuego natural. Básicamente, eso es lo que buscamos, que los animales nos generen un cortafuego y prevenir los incendios. Esto es un experimento, pero esto es extrapolable, se hace en otras partes del mundo y es la solución más sustentable para prevenir incendios, sobre todo en este contexto de verano actual, donde el pasto es una amenaza de incendio en muchas regiones del país”, agrega el Dr. Toro.
Recuperación del suelo
Además de prevenir el fuego, recuperan la vida del suelo. “Lo que queremos lograr es que el suelo recupere naturalmente su fertilidad para que esta paja seca después de que ellas salgan se pueda degradar paulatinamente gracias a la actividad microbiológica que tiene el suelo normal. Entonces, los animales al digerir el pasto pueden integrar nuevamente esa microbiología y esa fertilidad natural que no estaba antes”, agrega la egresada de la U. de Chile.
Esta técnica de control de la vegetación también la están aplicando en otra área del campus con buenos resultados, explica la futura médica veterinaria. “Estamos extrapolando este hallazgo usándolo en la Facultad, que tenemos este crecimiento de pasto importante, y ellas han sido capaces de ir bajando bastante la carga de materia vegetal seca. La idea es poder entrenar también a las cabras, igual cómo entrenamos a las ovejas, que es un proceso lento, pero mejor lento y seguro, y poder hacer esta misma intervención con un grupo mixto”, dice Gabriela.
Esta investigación es una de las seleccionadas en el Programa Tesis País, una iniciativa desarrollada por la Fundación Superación de la Pobreza que apoya tesis con temáticas de inequidad, pobreza, desarrollo local, entre otros, pues busca entregar estas soluciones a los pequeños agricultores y ganaderos.
Carolina Aliaga – Prensa UChile
Fotografías: Alejandra Fuenzalida