Una nueva propuesta de prohibición para bicicletas y monopatines eléctricos en las viviendas públicas de la Ciudad de Nueva York podría afectar a más de medio millón de personas.

La idea ha desatado una fuerte controversia.

Con el objetivo de abordar el riesgo de incendio que representan las bicicletas y los monopatines eléctricos personales, la Autoridad de Vivienda de la Ciudad de Nueva York (NYCHA) se encuentra estudiando la promulgación de una regla nueva, la que ya ha causado una oposición de consideración. Es justamente esta resistencia lo que lleva a que muchos analistas predigan que no se cumplirá incluso si finalmente se aprueba.

En junio, el responsable de prensa de la NYCHA le confirmó a NFPA Journal que se encontraban analizando una regla nueva mediante la cual se prohibiría toda tenencia de bicicletas o monopatines eléctricos para cualquier persona que resida en una vivienda pública, incluido en las áreas de uso común de estos edificios. De aprobarse, esta sería una de las prohibiciones para dispositivos de micromovilidad más estrictas del planeta y afectaría a más de medio millón de neoyorquinos. (Según datos oficiales, cerca de 340 000 neoyorquinos residen de forma permanente en viviendas públicas. De hecho, los expertos estiman que la cifra se acerca más a 600 000).

En oportunidades pasadas, las prohibiciones de este tipo solo se habían implementado para infraestructuras de transporte o edificios del gobierno, y no para residencias particulares. En Londres, por ejemplo, los funcionarios del gobierno, alegando preocupaciones de seguridad contra incendios, prohibieron el transporte de monopatines eléctricos en autobuses y el sistema de subterráneos de la ciudad en diciembre de 2021. Dos meses después, tanto las bicicletas como los monopatines eléctricos se prohibieron en el Palacio de Westminster, sede del Parlamento.

La prohibición que pretende impulsar la Ciudad de Nueva York es el siguiente paso lógico a una serie de otros cambios recientes realizados en la ciudad en nombre de la seguridad de las bicicletas y los monopatines eléctricos. A partir de abril, en el Código de Incendios de la Ciudad de Nueva York se ha restringido el almacenamiento y carga de dispositivos a no más de cinco en una misma área. En este sentido, el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Nueva York (FDNY) prohibió las bicicletas y los monopatines eléctricos en todos los edificios de oficina de su dependencia, salvo por los dispositivos utilizados por personas en situación de discapacidad.

La prohibición que propone la NYCHA está destinada a detener un tipo de incidente de características peligrosas y costosos que según Joe Jardin, jefe de prevención de incendios del FDNY, han tenido que combatir cada semana desde hace un par de años. «La unidad materiales peligrosos del Departamento tiene que responder a cada uno de estos incidentes», comentó. «Sin dudas, esta situación tiene un impacto directo sobre el presupuesto». En 2021, una semana antes de Navidad, un hombre murió y otras tres personas terminaron con heridas de gravedad a causa de un incendio que se originó durante la carga de bicicletas eléctricas en un edificio de departamentos en East Village. La Autoridad de Vivienda de la Ciudad es la propietaria de ese edificio. El 3 de agosto, dos personas, incluida una menor de 5 años, murieron en un incendio que se originó al cargar un monopatín eléctrico en un departamento de un edificio de viviendas públicas en East Harlem.

Aquellos que se oponen al cambio de regla que propone la NYCHA argumentan que esta nueva legislación recae injustamente sobre los neoyorquinos de más bajos ingresos. En un informe publicado a principios de este año por la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell y el grupo de defensa Los Deliveristas Unidos, se encontró que la mayoría de los trabajadores de entrega de alimentos a domicilio de Nueva York perciben ingresos por debajo del salario mínimo, incluso con propinas, y que muchos de estos trabajadores dependen de recursos personales, como bicicletas y monopatines eléctricos, para realizar este trabajo.

«No entiendo por qué las bicicletas eléctricas suponen un peligro mayor de seguridad en las viviendas públicas que en las viviendas particulares», expresó el copresidente del Comité de Transporte CB7 en Manhattan Howard Yarus, quien ha sido un fuerte defensor de este medio de transporte. «Las bicicletas eléctricas son un medio de transporte alternativo muy importante, ya que son mucho más accesibles en comparación con los automóviles. Es por eso que no tendría sentido prohibir las bicicletas eléctricas solo para aquellas personas con ingresos limitados».

‘No voy a permitir que se lleven mi bicicleta’

Los desafíos que implica hacer cumplir esta prohibición tampoco pasan desapercibidos para las partes interesadas. «Estamos hablando de una regla más estricta, incluso que lo que se exige actualmente en el Código de Incendios; además, considero que presentará grandes desafíos de cumplimiento», expresó Paul Rogers, exteniente del FDNY y actual director del Grupo de Respuesta de Almacenamiento de Energía (ESRG), un grupo que brinda asesoramiento a los cuerpos de bomberos de todo el mundo acerca de la creación de planes de respuesta a emergencias en sitios específicos y sobre los sistemas de almacenamiento de energía en sus jurisdicciones. «Además, debemos tener en cuenta que al pedirles a las personas que dejen sus bicicletas o monopatines afuera del edificio, el factor robo aparece en la ecuación». En un artículo que se publicó en la revista New York y en el sitio web de noticias tecnológicas The Verge, se detalla cómo los trabajadores de entrega de alimentos a domicilio de la Ciudad de Nueva York son el blanco frecuente de asaltos y ataques violentos por sus bicicletas eléctricas, las que son fáciles de usar y, por lo general, cuestan entre US$1000 y US$4000.

«Estimo que es una prohibición difícil de implementar, salvo que se produzca un incendio o que un residente denuncie a otro vecino por tener un dispositivo en su casa», comentó Bob Duval, director de la región noreste de la NFPA. Duval también comentó que la prohibición propuesta no lo tomaba por sorpresa, si se consideraba que en Nueva York «se registra prácticamente un incendio por día que involucra bicicletas eléctricas o las baterías de estas».

La prohibición propuesta se sustenta en diversos precedentes, por ejemplo, en los contratos de arrendamiento de la NYCHA ya se prohíbe que los residentes mantengan ciclomotores a gasolina en los edificios. En cierto modo, la pregunta clave por responder es si las bicicletas eléctricas son similares a las bicicletas tradicionales, o bien si comparten más características con los ciclomotores: un debate que se ha prolongado durante años y que, probablemente, seguirá en los años venideros. Gran parte del análisis se centra además en determinar si las bicicletas eléctricas deben circular por ciclovías y bicisendas, o bien por los carriles destinados al tráfico vehicular. Técnicamente, la circulación por la vía pública en bicicletas eléctricas sigue siendo ilegal en algunas ciudades, pero eso no impide que muchos ciclistas hagan exactamente eso. Con esta nueva propuesta de prohibición sobre la mesa, el próximo punto de la agenda sería precisar si las bicicletas eléctricas se deben mantener afuera o adentro de los edificios.

De acuerdo con Nick Petrakis, la aplicación de cualquier reglamento sobre bicicletas o monopatines eléctricos debe ir acompañada de campañas de educación pública diseñadas específicamente para revertir la mentalidad de algunos defensores de la micromovilidad, quienes insisten en que las bicicletas eléctricas «no se incendian».

Petrakis, ingeniero y ex subdirector adjunto de la Oficina de Prevención de Incendios del FDNY y quien actualmente trabaja junto a Rogers en el ESRG, jugó un papel decisivo en la redacción de los cambios recientes al Código de Incendios de la ciudad relacionados con los dispositivos eléctricos de micromovilidad. «Hace unos días, estuve en Queens; caminaba por la calle y pasé frente a un par de tiendas de bicicletas y tenían ocho o nueve bicicletas eléctricas estacionadas afuera», contó Petrakis. «Miré para adentro y vi que se estaban cargando muchas más bicicletas eléctricas, lo que constituiría una infracción a lo establecido en el nuevo código, donde se requiere de una protección mejorada para aquellos lugares con más de cinco dispositivos. Estas industrias no conocen en detalle el código de incendios».

Rogers estuvo de acuerdo con Petrakis acerca de la necesidad de una mayor educación y señaló a los restaurantes como otro tipo de edificio donde es posible que los propietarios no estén lo suficientemente informados sobre el peligro que representa esta nueva tecnología. «Sé que hay restaurantes en la ciudad que han comprado varias bicicletas eléctricas para los repartidores, pero simplemente no están familiarizados con las medidas de seguridad contra incendios que se deben tomar en los lugares donde se mantienen y cargan estas bicicletas», explicó.

En un correo electrónico a NFPA Journal, un vocero de la NYCHA especificó que la Autoridad de Vivienda recibiría comentarios del público general sobre su propuesta hasta el 6 de septiembre, «momento en el cual la NYCHA revisará los comentarios de las partes interesadas y modificará la regla en consecuencia». Esta oficina dejó transcender que es posible que la prohibición entre en vigor a partir de octubre.

En Reddit, un sitio de redes sociales conocido donde se encuentran varios foros para entusiastas de las bicicletas eléctricas, muchos usuarios se han pronunciado sobre la prohibición propuesta e incluso indicaron que no están dispuestos a respetarla en el caso de que se apruebe. «Verdaderamente espero que no se apruebe», escribió un usuario. «No puedo costear un auto. No voy a permitir que se lleven mi bicicleta».